jueves, 11 de febrero de 2010

Las pequeñas cosas forman un gran mundo

Y se va terminando el periodo de exámenes, pronto volverán las clases y volveré a verla. Porque sí, puede tatuarme la piel, puede golpearme soltando la rabia que algún profesor le haga tener, puede que tenga que aguantar sus apuntes y demás papeles,... pero se echa de menos todo eso. Parece una tontería y cualquiera diría “¿por qué te preocupas por ella? Hay miles como ella y ni siquiera te presta atención”. Cuando eres una mesa aprendes a apreciar las pequeñas cosas que te brinda la vida.


Aun recuerdo la última vez que pude ver la luna brillar junto a las estrellas la noche en que me cargaron en el camión antes de que me trajeran aquí. Ahora vivo clavada al suelo, hace años que no veo la luna ni las estrellas pues desde mi lugar no alcanzo a avistarlas. Y sé que no habrán cambiado, que seguirán siendo como eran pero se añora disfrutar de ellas.


O cuando de muy joven, cuando aun no había crecido y mi cuerpo no se había formado en la mesa que hoy soy, disfrutaba bajo la lluvia y la verde hierba. Algo que hoy no puedo hacer, unas gotas de lluvia que ya no alcanzan mi cuerpo y una hierba que apenas puedo llegar a saborear cuando el rocío de la noche en verano embriaga el ambiente. Pequeñas cosas que, a la larga, se echan de menos.


Por ello echo de menos a Silvia. Hay muchos otros “humanos” y seguramente muchos pasarán también por mi espacio. Pero solo hay una Silvia al igual que solo hay una luna, unas estrellas,... Hay muchos “humanos” pero Silvia solo hay una y sé que en unos años añoraré sus pintadas sobre mi piel, el oír su risa, sus caricias mientras su cabeza piensa en mil cosas,... Por eso espero el lunes como un niño espera que llegue la mañana de Reyes. Porque ayer pude verla pero fue insuficiente además de que no era ella al 100%. La tensión de los exámenes, la esperanza de hacerlo bien,... Si los profesores supieran como yo lo que hay dentro de ella, todo lo que trabaja,... hace tiempo me hubiera abandonado y tendría la carrera, por suerte no lo saben y yo puedo disfrutar de mi luna, de mi estrella,..., de Silvia.

2 comentarios:

  1. ¡¡¡¡Pero que pedazo de mesa me he buscado!!!!

    No sé si imprimir esto y colgarlo por la facul, por si influye en mis notas...

    ¡¡Muchas gracias!!

    ¡¡Así da gusto emezar un día nuevo!!

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  2. Es que vosotros, los "humanos", podéis ir a por lo que queráis, luchar por ello,... A nosotras las mesas, y más aquellas que tenemos raíces fijadas en un punto, nos es imposible perseguir lo que queremos, buscar lo que necesitamos,...

    Por ello Silvia tenemos que aprovechar lo que nos viene porque igual que nos llega se nos va y no podemos hacer nada por evitarlo. Se trata de eso que llamáis "Carpe Diem", solo que en nuestro caso un día y otro vienen teniendo poca diferencia.

    Un saludo Silvia.

    Fdo: La mesa de Silvia

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