Hace ya años desde la última vez que la vi pero nunca se ha borrado de mi su recuerdo. Puede que mi madera ya no crezca con los años, ni nudo tras nudo en mi interior se marquen mis experiencias sin embargo su recuerdo sigue impregnado en mi. Han pasado otras, mil idas y venidas, pero ninguna como ella.
Sin embargo hoy se rompe un pedacito de mi en mi interior, como si una pequeña plaga de termitas comenzara a taladrar mi madera en lo más profundo. Aun recuerdo su sonrisa y el sonido de su voz pero hoy puedo sentir la humedad de sus lágrimas pese a la distancia. Sigo enclavada en el mismo lugar, sin poder moverme y por lo tanto sin poder ir allí donde ahora esta ella. Nunca pude hacer mucho tan solo compartir algún momento con ella y guardar aquellos secretos que plasmaba en un papel sobre mi sin que nadie más lo leyera, así que supongo que no es nada nuevo que no pueda tampoco hacer nada en estos momentos.
Tan solo espero poder volver a verla en algún momento, volver a disfrutar de su sonrisa, de su voz, de su compañía. Se que ahora mismo es complicado arrancarla una sonrisa y ni todos los dibujos y mensajes que en mi piel han grabado miles de personas lo conseguirían.
Mientras tanto espero, separada por la distancia pero con la ilusión del primer día de volver a verla aparecer por la puerta. Espero el momento en que vuelva a acariciar mi madera con sus manos, que vuelva a sentir los trazos del lapicero que maneja sobre mi,... pero sobre todo espero que vuelva a ser ella y muchos sean los que la conozcan y queden prendidos de su sonrisa. Pero como yo solo habrá una, pase el tiempo que pase, nos separe la distancia que nos separe aquí siempre seguiré, para todo lo que necesites, donde siempre estuve y estaré.
Y sobre todo recordando algo que yo no olvidaré y espero que ella nunca olvide, su sonrisa.
martes, 20 de noviembre de 2012
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